martes, 8 de octubre de 2013

"Papeles"

Estoy convencida de que la vida es como una interminable obra de teatro, donde cada uno de nosotros elige un papel y lo desempeña en los diferentes actos. Cada circunstancia, un acto, nos da la oportunidad de seleccionar el rol que queremos interpretar.
Así encontramos a los protagonistas de la historia de nuestras vidas:
Está el villano que, aunque parezca mentira, no es tan fácil de identificar pues en nuestra sociedad, con la confusión de valores, ya no estamos seguros que es el bien y el mal, como tampoco podemos saber si la actuación va en uno u otro sentido. ¿No es el caso de quien asesina a un bebé, abortando? ¿Víctima o villana?

La víctima, el personaje al que todos podríamos señalar como el sufriente en la circunstancia, también tiene sus ventajas. El poder que ejerce sobre los que la rodean, mostrando sus reclamos y sus dolores, a veces compite con el líder del reparto. Tal vez, en el caso de los niños, este rol sea el más genuino pues ¿quién no ha visto a un niño siendo usado por sus padres como arma o moneda de cambio, sin que nadie levante la voz por ellos o luche por sus derechos? A los niños, casi por definición,  en una situación de crisis de adultos, les toca llevar el penoso rol de víctimas.
El más popular y el más reñido de los papeles es, sin duda, el de juez y le sigue el de verdugo, aunque nadie lo quiere reconocer.
Para quien se queda con el personaje del juez, una estela de reconocimiento secreto se extiende a sus espaldas. A él, con el mérito de tener pecados y errores más “pequeños” (en su propia opinión, por cierto) que el juzgado, se le concede el derecho de señalar al culpable y dictar sentencia. “Tú sí mereces perdón. . . tú no. . .”, dicta el juez y la consecuencia se impone por la aplicación de su criterio de selección.
Quien ejerce el rol del verdugo, en muchas ocasiones, se mezcla con el de la víctima. ¿Acaso no han visto a una ex esposa crucificar al padre de sus hijos, borrándolo de su vida,por las heridas que ella sufrió, olvidando su participación en esos pleitos y no asumiendo sus propias culpas? Ella, cual verdugo, corta la cabeza y se levanta en el pedestal de la víctima, papel que en realidad es natural para los hijos.
Los héroes. . . los héroes en estos días son poco populares. A riesgo de ser llamados entrometidos, la mayoría opta por jugar el papel de relleno, fuera del protagonismo y quedarse con la tranquilidad del que observa y no busca problemas. ¡Suficientes tiene ya con los suyos!, es su excusa. Así es como, los caudillos de antes, van quedando en el olvido y la obra de nuestra vida transcurre con historias de injusticia, sin la esperanza de que alguien luche por las verdaderas víctimas. Pero. . . así es la vida.

Ahora te pregunto, ¿qué papel juegas tú en la historia de tu vida?

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