lunes, 6 de enero de 2014

"¿Qué está pasando?"

Tal vez algunos han leído la historia de un hombre que estaba muy enferme. Tan mal estaba, que sus amigos comprendieron que necesitaba un milagro o moriría. Por fortuna, durante esos días, un milagroso Sanador estaba en el poblado y los amigos vieron que era la única oportunidad que podía salvarle la vida.
Como casi todas las personas famosas, el Sanador estaba rodeado de una multitud y era difícil acercarse. Aun así, los amigos del enfermo no se detuvieron en el intento cuando llegaron y vieron que era imposible pasar entre el gentío. ¿Qué iban a hacer? ¡La vida de su amigo estaba en juego!
Así que pensaron, “si no podemos pasar por la puerta, ¡lo haremos de otra forma!”.
Fue entonces que la gente, en el interior de la casa, escuchó ruidos en el tejado.
-¿Qué está pasando? –se preguntaron, viendo que el cuarto se iluminaba y que, a través de un agujero en el techo, esa nueva luz era bloqueada por unas sobras que estaban bajando una camilla a través del boquete.

-¡Es una locura! –gritaron algunos, molestos por la interrupción, y dejaron el lugar enfadados por la presencia de aquellos molestos intrusos.
-¿Necesitan ayuda? –preguntaron otro, mientras trataban de sujetar la camilla donde yacía el enfermo, aligerando la carga al grupo de amigos.
-¡Buen intento! ¡Sigan adelante! –agregaron otros, sonriendo con simpatía, mientras observaban al grupo de amigos y voluntarios que se esforzaban por bajar su carga.
-¡Están locos! –gritó el dueño de la casa, al ver su techo arruinado.
Al final, el equipo de amigos y voluntarios logró llegar hasta el Sanador. Y el hombre que fue sanado volvió para estar con su familia, y vivió agradecido al Sanador y a sus amigos por no darse por vencidos.

Al recordar esta historia y repasar las diferentes reacciones, veo retratado a nuestro pequeño equipo y la forma en que la gente ha respondido a nuestro desesperado intento de acercar a nuestro amado Manny a la única oportunidad que tiene para sobrevivir.
Tal vez te estés preguntando: ¿Lograrán alcanzar su meta?
La respuesta es: ¡Sí, no dudes que lo haremos!
Ahora solo me pregunto: ¿Cuánta gente nos echará una mano para lograrlo y cuanta se alejará o simplemente nos observará con simpatía?


La reflexión de un “Equipo de locos”.

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