Cuando Ashley, una gran danesa, llegó al criadero, Coqueta, la perra criolla que se había adjudicado el rol de guardiana del lugar, aprovechó que la cachorra recién llegada era más pequeña que ella para hostigarla y someterla en cada ocasión que se le presentaba.
El tiempo pasó y Ashley fue a vivir fuera del criadero hasta que, hace pocos meses, volvió. El reencuentro, lleno de recuerdos para ambas perras, terminó en carniceros enfrentamientos entre las dos hembras. Y, en la última batalla, Coqueta, que no rebasa la estatura de un labrador y con una complexión mucho más ligera, terminó con lesiones que la mantuvieron en el hospital veterinario por varios días.
¿Habrá manera de resarcir esa relación para evitar nuevas peleas? Me temo que no y casi puedo asegurar que, Coqueta, jamás imaginó que Ashley crecería al doble de su tamaño y que en su enorme hocico cabría su cabeza sin problema.
Cuando pienso en estas dos perras y su historia, me es inevitable meditar en los enemigos que, por considerarlos inofensivos, incluimos innecesariamente en nuestras vidas y que se convierten en un estorbo constante el resto de nuestra existencia. Peor aún. Al iniciar nuestra relación con ellas, jamás imaginamos que puedan crecer más allá de nuestro control y rebasar nuestra voluntad de aniquilarlas.
De esa misma manera, he visto jóvenes que, jugando a ser más fuertes, se inician en cosas que terminan esclavizándolos en alguna adicción. O esposos que dejan nacer una pequeña mentira, que al crecer, destruye sus relaciones importantes. La lista de ejemplos de los contrincantes con los que nos enredamos, cuando los vemos pequeños, puede ser muy larga: malos hábitos, relaciones inconvenientes, rutinas destructivas, adicción al poder y al dinero, etc.
Así que, después de revisar la peligrosa historia entre Ashley y Coqueta, me parece oportuno recordar que. . . “No hay enemigo pequeño” y es mejor tratar las tentaciones a distancia y con respeto. ¡No vaya a ser que crezcan y se vuelvan invencibles!
No hay comentarios:
Publicar un comentario