miércoles, 5 de septiembre de 2012

"Semillas germinando"


A veces, cuando leo algunos comentarios en las páginas de las redes sociales, estos se convierten en semillas que se transforman en dudas y germinan en una reflexión.
“El día que se queme en la hoguera todo el puritanismo de mierda y las buenas costumbres por las que nos regimos, el ser humano será otro”, leí y al instante mi propio bagaje comenzó a buscar ideas que pudieran empatar con esa declaración.
Desde mi formación y personalidad, inicié el desglose tomando la idea de “quemar en la hoguera”. 
El ritual, conocido por las historias surgidas en Salem, me recordó lo distorsionado de la información porque, ¿cuántos saben que aquello fue una quema injusta de inocentes? ¿Quiénes conocen a fondo lo que implicó una persecución contra los que fueron el blanco de testimonios de falsedad? Lo curioso de todo es que aquellas personas, señaladas como “brujos o herejes”, eran justamente quienes se aferraban a su esfuerzo de vivir conforme a su fe para agradar al Dios en el que creían.
El puritanismo al que se refirió el comentario, efectivamente, aplica a aquella comunidad de creyentes que buscaban el limpiar su vida de lo que, naturalmente, está en todo ser humano: el egoísmo, la mentira, la lujuria, los deseos desmedidos por el lujo, el confort y la vida relajada, la codicia y la lista que, en momentos de honestidad, todos podemos hacer.
Cuando ellos, los puritanos, intentan vivir así, es importante recordar, no lo imponen a los demás ni ejercen juicio sobre el comportamiento de su prójimo (o al menos, así debió haber sido). Sus reglas y sus "buenas costumbres" eran parte de su diaria convivencia y parte de una meta personal de vida, cuando era de corazón. Sólo extendían su influencia a sus hijos pero, ¿no es esa la obligación de todo buen padre?
La última parte de la declaración entonces tiene su respuesta. ¿Cómo sería el ser humano sin ese “puritanismo” y esas “buenas costumbres”? Ahora lo veo simple: seríamos seres humanos sin metas de superar nuestro egoísmo y sin intentos de mejorar. Y, nuestra sociedad sería, exactamente, en lo que se está convirtiendo, ni más. .  . ni menos.

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