miércoles, 15 de junio de 2011

"Sombras"

Recuerdo que uno de los juegos de la infancia más divertidos consistía en intentar pisar la sombra de los otros niños y, hasta donde recuerdo, resultaba toda una odisea el lograr poner ambos pies en las escurridizas siluetas en el suelo. ¡Qué divertido resultaba jugarlo cuando niños!
Lo curioso es que, ahora de adultos, observo como seguimos jugando con las sombras. Ahora el juego es perseguirlas y lo llamamos: ¡Consiguiendo el éxito! Aunque pretendemos que es divertido la verdad es que, para la mayoría, es una actividad que va consumiendo nuestra energía, las ilusiones y hasta la autoestima.  Y, no es difícil adivinar porqué pues parece que las sombras del éxito de otros son tan difíciles de alcanzar como las que intentábamos pisotear en el patio de la escuela.
Ahora, las sombras del éxito de los demás tienen infinidad de formas y son paradójicamente semejantes: algunas se ven como carreras profesionales exitosas, otras como autos, casas o ropa lujosa y, no faltan, clubes o membresías de las elites de gente famosa, adinerada o “bonita”.
Al final del juego, muchos de los jugadores que se aplican de corazón y sin descanso, llegan a creer que han logrado “atrapar” la imagen oscura del éxito de quienes tomaron como modelo y estándar sólo para descubrir que, el logro no llena su vida y que han sacrificado lo realmente valioso.
A los cincuenta y uno, aún me sorprendo persiguiendo sombras y, sólo hasta que llego a un momento de reflexión, me doy cuenta del error y termino el juego que estoy destinada siempre a perder.

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